Compatibilidad de Materiales en Instrumentación Industrial

¿Por qué es tan importante?

Cuando se habla de seleccionar equipos de instrumentación industrial —como manómetros, termómetros, transmisores de presión o sensores de nivel— uno de los aspectos más críticos y a menudo subestimados es la compatibilidad de materiales.

Pero, ¿por qué es tan relevante? A continuación, te explicamos este concepto clave a través de preguntas comunes.

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Tabla de Contenidos:

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¿Qué significa “compatibilidad de materiales” en instrumentación industrial?

La compatibilidad de materiales se refiere a la capacidad de los componentes de un equipo de instrumentación para resistir el medio de proceso con el que estarán en contacto, sin sufrir corrosión, degradación, fisuras u otro tipo de daño. Esto aplica especialmente a las partes húmedas del instrumento, como diafragmas, sondas, bulbos, tuberías de impulso, sellos, carcasas y conexiones.

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¿Qué puede ocurrir si los materiales no son compatibles con el proceso?

Los riesgos de una mala selección de materiales incluyen:

  • Corrosión acelerada, que puede llevar a fugas peligrosas.
  • Fallas en la medición, por obstrucción, deformación o daño del sensor.
  • Contaminación del producto, especialmente grave en industrias farmacéutica o alimentaria.
  • Mayor frecuencia de mantenimiento y reemplazos, elevando los costos operativos.
  • Riesgos para la seguridad de los trabajadores y del medio ambiente.

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¿Cómo se evalúa la compatibilidad de materiales?

Principalmente, se tiene en cuenta:

  • El tipo de fluido (agua, aceites, ácidos, gases, vapor, etc.).
  • La concentración química y el pH.
  • La temperatura y presión de operación.
  • La duración del contacto (exposición continua o intermitente).

A partir de esta información, se consultan tablas de compatibilidad química, como las publicadas por fabricantes o entidades como NACE o ASTM.

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¿Cuáles son los materiales más comunes y para qué se utilizan?

Algunos ejemplos frecuentes en instrumentación:

  • Acero inoxidable 316L: Alta resistencia química; ideal para procesos alimentarios, farmacéuticos o con productos corrosivos suaves.
  • Hastelloy®: Excelente resistencia a ácidos fuertes, como el sulfúrico o el clorhídrico.
  • Monel®: Resistente a medios salinos; común en la industria marina.
  • PVC o PTFE (Teflón®): Materiales plásticos anticorrosivos para fluidos altamente reactivos.
  • Aleaciones especiales (Inconel®, Titanio): Usados en procesos extremos con altas temperaturas o ambientes altamente agresivos.

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¿Qué papel juegan los sellos y conexiones en la compatibilidad?

Los sellos diafragma, copas de sello o incluso las roscas y bridas también deben ser compatibles, ya que son puntos críticos de contacto. A veces se selecciona un cuerpo de acero inoxidable, pero se omite que el diafragma es de otro material menos resistente, lo que compromete la integridad del instrumento.

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¿Quién debe definir los materiales adecuados?

Idealmente, esta selección debe ser conjunta entre:

  • El usuario final o ingeniero de proceso, quien conoce el fluido y sus condiciones.
  • El asesor técnico o proveedor de instrumentación, que puede recomendar las mejores opciones según normas y experiencia.
  • El fabricante, quien puede validar compatibilidad o sugerir materiales alternativos según las especificaciones del proceso.

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¿Por qué esta elección impacta directamente en la vida útil del instrumento?

La vida útil de un equipo puede verse reducida de años a semanas si se expone a un ambiente para el que no está diseñado. Además, los instrumentos compatibles ofrecen mediciones más confiables y estables a lo largo del tiempo, evitando desviaciones peligrosas en sistemas críticos de control o seguridad.

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¿Qué recomendaciones prácticas se deben tener en cuenta?

  • No asumir que "acero inoxidable" es siempre suficiente.
  • Solicitar certificaciones de materiales y compatibilidad química.
  • Consultar siempre con el proveedor antes de comprar.
  • Usar hojas de datos de seguridad (SDS) del producto procesado para validar condiciones.
  • Considerar condiciones atípicas: limpieza CIP/SIP, arranques, picos de presión, etc.

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Conclusión: ¿vale la pena hacer el análisis?

Definitivamente sí. La compatibilidad de materiales no es un detalle menor: es un factor determinante para la eficiencia, durabilidad, seguridad y cumplimiento normativo de cualquier sistema industrial. Invertir en la selección correcta desde el principio evita costos ocultos, paradas de planta y accidentes.

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¿Tienes dudas sobre qué materiales son ideales para tu proceso?

En Rocha y Londoño S.A.S., te ayudamos a seleccionar el equipo adecuado para tus condiciones específicas. Contáctanos para una asesoría técnica especializada.